Ser madre
en poema
Poesía, música y lectura fueron los
regalos para celebrar la existencia de las madres de nuestra biblioteca.
Canciones
en vivo de Camilo Sexto en la voz de Manuel Prisco dieron inicio a la velada
poética que se llevó a cabo el 10 de mayo. Luego, los poemas nos llevaron a los
diferentes momentos de la maternidad: William Rouge y sus Árboles de Leche comenzaron el ciclo con la gestación. Las nanas de la cebolla de Miguel
Hernández, interpretada por Joan Manuel
Serrat, recordó el momento de la crianza que no siempre es fácil y en la que
los padres hacen todo por sacar adelante a sus hijos.
Un
intermedio musical, de nuevo a cargo de Manuel, subió el ánimo y puso a cantar
a las homenajeadas, que al preguntarles por las definiciones de madre señalaron
“La que lo entrega todo” “La que nunca pierde la esperanza, aunque los demás no
vean salida” “Paz, reconciliación, amor, respeto”, éstas coinciden un poco con
las que dan los niños en el libro Casa de las estrellas de Javier Naranjo que
también apareció en escena.
Luego,
Piedad Bonnett y su Daniel Creciendo
era el reflejo de una realidad que parece que va contra natura: madres que
entierran a sus hijos.
Para finalizar, María José Carvajal una niña, en
representación de todos los hijos, leyó a dos voces Choco encuentra una mamá de Keiko Kaszas, llenando el espacio con
la dulzura de su voz y el agradecimiento por el amor que también vive en el
corazón de las que, sin haber engendrado, aman con amor de madre.
Flores
de origami, un poema de recuerdo y otra
canción en vivo, dieron fin al encuentro, que se cerró con broche de oro, con
un ramillete de flores frescas que esperaban a cada mamá en la puerta principal
de la biblioteca.
Por
Carolina Gallón Londoño
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